Elclientelismo es una relación entre una persona con poder político conocida como
patrón y otra conocida como cliente. El patrón ostenta una posición social
alta, poder, influencia y recursos que utiliza para proteger y beneficiar a su
cliente quien, por lo general, corresponde a una posición social y económica
baja y busca obtener algún beneficio de esta relación.
Cuando
un titular de un cargo político regula el otorgamiento de las prestaciones
obtenidas por su función publica o por los contactos relacionados con su cargo
a cambio de apoyo electoral o de favores, se le conoce como clientelismo político.
El clientelismo lleva a la corrupción y al prevaricato. La relación de los clientes
con el patrón no se apoya únicamente en su interés por los favores que pueden
recibir a cambio de su adhesión, sino que está basada en la concepción que
estos se forman, a partir de su experiencia del funcionamiento del poder, y en
las expectativas que así desarrollan.
El
elemento material y específico de intercambio del clientelismo tiene así un
efecto persistente sobre las expectativas sociales y políticas de los
participantes. Si bien la relación entre cliente y patrón parte de un “favor
fundacional” mediante el cual el patrón brinda una prestación al cliente, no es
este el factor más importante en la constitución del sistema, sino el conjunto
de creencias, presunciones, estilos, habilidades, repertorios y hábitos que la
experiencia repetida, directa e indirecta de estas relaciones provoca en los
clientes.
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