El estudio de los fósiles ha permitido conocer las características de especies que dejaron de existir por uno de los siguientes motivos:
—Su hábitat cambio, y como no estaban bien adaptadas al nuevo hábitat, se extinguieron.
—Evolucionaron y dieron lugar a otras especies. El registro fósil es una importante fuente de información para entender los cambios evolutivos de muchas especies, pero presenta ciertos problemas a la hora de interpretarlos.
• Registro incompleto: Como hemos visto en la primera unidad, para que se forme un fósil se tienen que dar unas condiciones muy específicas. Ello supone que no disponemos de fósiles de todas las especies que han existido y, por tanto, hay huecos en la interpretación de la evolución de muchas especies.
• Dificultad en la datación: Es muy importante datar un fósil para poder situarlo dentro de la historia evolutiva de una especie, pero no siempre es fácil hacerlo. Históricamente se ha utilizado la datación estratigráfica, basada en los estratos geológicos. Actualmente, también se utilizan métodos fisicoquímicos, como la datación por carbono 14 (14C), que tiene un límite de datación de 70 000 anos, o la datación por potasio 40 (40K), que se utiliza a partir de 100 000 anos de antigüedad. El problema se da cuando la datación estratigráfica y la fisicoquímica no coinciden.
• Tipo de restos fósiles: Debido a las características del proceso de fosilización, mayoritariamente solo se conservan restos óseos, ya que raramente fosilizan las partes blandas de los organismos.