Los oligosacáridos son glúcidos compuestos por la unión de
dos a diez monosacáridos, los cuales se unen mediante enlaces O-glucosidicos.
Al igual que los monosacáridos, son dulces y solubles en agua. Los oligosacáridos
formados por dos monosacáridos reciben el nombre de disacáridos; y los constituidos por tres, trisacáridos.
El enlace O-glucosídico
se realiza entre el carbono de un grupo hidroxilo de
un monosacárido y el carbono del grupo aldehído o cetona del siguiente monosacárido,
con lo que se crea, además, una molécula de agua.
De la misma forma que podemos formar un enlace O-glucosidico, este
puede romperse mediante una reacción de hidrolisis. Añadiendo H2O, un disacárido
puede dar lugar a dos monosacáridos libres. Esta reacción de hidrólisis provoca la ruptura del enlace O-glucosidico y, por tanto, la liberación
de energía. Por esto, los oligosacáridos, al igual que los monosacáridos, cumplen
la función de aporte energético en los seres
vivos.
La mayoría de los oligosacáridos representativos en los organismos
vivos son disacáridos, entre los que destacan la sacarosa (glucosa + fructosa) que obtenemos de la caña de azúcar o la
remolacha, y es el azúcar que consumimos habitualmente; la lactosa (galactosa + glucosa) que se encuentra exclusivamente en la leche
o la maltosa (2 glucosas). Sus funciones son siempre energéticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario